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JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS Una mujer de entre 35 y 40 años, aproximadamente, fue encontrada muerta en la tarde de ayer en una cuneta de la carretera Inca-Llubí, con síntomas evidentes de haber sido asesinada. La víctima apareció desnuda de cintura para abajo y con casi todo el cuerpo quemado. El hallazgo se produjo a media tarde de forma casual, cuando una mujer que recogía hierbas a la altura del kilómetro 6 se sobresaltó al descubrir el cadáver en el arcén, ya en estado de descomposición. El caso, tras el aviso de la señora, recayó en la Guardia Civil, que desplazó al lugar a una patrulla para confirmar los hechos.

Cuando se verificó la noticia la Policía Judicial de Palma y de Pollença se desplazaron hasta ese punto kilométrico y examinaron durante una hora el cadáver y los alrededores. El forense de Inca y el titular del juzgado de instrucción número 1 de aquella localidad también presenciaron la inspección ocular y, cuando ya caía la noche, el magistrado ordenó el levantamiento del cadáver. Las fuentes consultadas indicaron que no existía, prácticamente, ninguna duda de que la mujer había sido asesinada: vestía sólo con una blusa y unos zapatos, presentaba quemaduras superficiales por casi todo el cuerpo y llevaba entre siete y ocho días sin vida. Se trata de un tramo recto de la carretera, muy cerca de Llubí, y junto a un puente del tren de reciente construcción.

Los restos mortales fueron trasladados al instituto anatómico forense de Palma, donde hoy está previsto que se le efectúe la autopsia para aclarar las causas de la muerte. Los investigadores 'peinaron' el escenario del crimen en busca de pruebas o indicios y no pudieron identificar a la víctima mortal porque no llevaba documentación. Tampoco encontraron en el cuerpo o en las hierbas ningún anillo, pulsera o pendiente de la fallecida, circunstancia que llamó la atención de la Policía Judicial, que no descarta que el asesinato se cometiera en otro lugar y la mujer, ya inerte, fuera trasladada hasta ese paraje.