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Un incendio en la calle Joan Maragall de Palma, muy cerca del edificio de Gesa, causó ayer importantes daños materiales en un segundo piso y alarmó a los vecinos. Los inquilinos no se encontraban en ese momento en el interior, pero los bomberos hallaron a un perro asfixiado por el humo. Un portavoz del Cos de Bombers de Palma informó de que el fuego se declaró, aproximadamente, a las once de la mañana, en el número 19 de esa calle.

Se trata de un segundo piso que aparentemente se encontraba vacío, pero los vecinos no pudieron confirmarlo y la policía comenzó a tirar abajo la puerta de acceso, ante el riesgo de que hubiera personas atrapadas. Los bomberos, por su parte, accedieron al inmueble a través de una ventana gracias a la escalera articulada de un camión de emergencias que se colocó en la calle.

Cuando los primeros efectivos de rescate entraron en la casa se encontraron con que el fuego estaba localizado en la cocina y la despensa, que habían quedado destruidas, y que el denso humo había invadido el resto de dependencias. Tras sofocar las llamas y comprobar que no había inquilinos en el interior, los bomberos procedieron a airear la vivienda y localizaron a un perro de pequeño tamaño muerto, ya que al parecer se había intoxicado.