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Dos policías de la comisaría de la Platja de Palma han sido condenados ambos a cuatro años de inhabilitación por la detención ilegal de la propietaria de un restaurante de Can Pastilla, que había sido denunciada varios meses antes por el robo de unos documentos que pertenecían a un marroquí. La Audiencia obliga a los agentes que indemnicen a la mujer, que tras este incidente sufre ansiedad, con 4.508 euros, y declara al Estado responsable civil subsidiario. Los hechos ocurrieron el viernes 10 de octubre de 1997.

Dos agentes entregaron a la mujer una citación para que acudiera el lunes siguiente a la comisaría de la Platja de Palma. La mujer, al día siguiente, acudió a la comisaría. El agente J.M.P.I., que actuaba como instructor, y tras contactar por teléfono con su jefe de grupo, J.V.G.J., decidió la detención de la mujer sobre la denuncia que había presentado en julio el marroquí sobre el robo de sus documentos.

La sentencia asegura que desde el sábado por la mañana, que se decretó la detención, hasta el lunes por a las 13.30 horas que se tomó declaración a la mujer, no se practicó ninguna diligencia para aclarar la denuncia, que en todo caso, se trataba de una falta de hurto. La detenida fue puesta el lunes en libertad por el juez. El sábado el marido de la detenida había solicitado al juez de guardia un «Habeas Corpus», que se le denegó. Los agentes justificaron que prolongaran tanto esta detención porque intentaron realizar gestiones (que no se han demostrado) para localizar al marroquí.