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Los hechos ocurrieron el pasado mes de marzo en un domicilio de la zona de Gomila. La madre de la niña, de dos años de edad, trabajaba como asistenta en este domicilio, y ese día se llevó a su hija con ella. La niña le dijo a su madre que tenía sed. La mujer abrió la nevera y le entregó a la niña el contenido de una botella de litro y medio con el convencimiento de que se trataba de agua. Sin embargo, la madre no se dio cuenta que en la botella había un letrero que indicaba «no tocar», puesto que su contenido no era agua, sino que se trataba de éxtasis líquido.

La menor comenzó a sentirse mal y su madre la trasladó hasta Son Dureta, donde se confirmó que la sustancia que había tomado la niña era éxtasis líquido. Por fortuna, el estado de la pequeña, que en un principio era grave, fue mejorando y días más tarde pudo abandonar el hospital sin ninguna secuela. La policía detuvo al dueño del piso, que es un disck jockey de un local de la plaza Gomila, donde se celebraban fiestas «after», y a uno de sus compañeros.

La policía sospechaba que la droga que había en la botella, pero sobre todo la que faltaba, se había destinado al tráfico de drogas. Los dos detenidos quedaron en libertad tras pagar una fianza. El caso recayó en manos de la juez Ana San José, titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Palma. Los dos detenidos estaban defendidos por los abogados Rafael Mora y Eva Munar. Los letrados solicitaron una serie de pruebas, para demostrar que ambos detenidos eran consumidores.