La unidad canina de la Guardia Civil detectó el pasado día 5 un
paquete sospechoso que había sido enviado por vía postal de
Barcelona a Palma, y que provocó la intervención policial.
Los agentes tenían el convencimiento de que el bulto contenía
una importante cantidad de resina de hachís, por lo que montaron un
dispositivo permanente de vigilancia, debidamente camuflados. El
primer día pasó sin novedades, pero al segundo, viernes, un hombre
de 42 años, llamado Adrián L.R., se presentó en la oficina postal
de Palma presentando un resguardo que coincidía con el envío
sospechoso.
La sorpresa para el cliente fue absoluta cuando varios agentes
Antidroga le rodearon y le comunicaron que quedaba detenido de
forma preventiva, hasta que se abriera el paquete y se comprobara
su contenido.
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