El accidente ocurrió en la piscina de este hotel de Cala Mendia. Foto: MARGALIDA FUSTER

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Seward Bratt James Gordon, un turista escocés de 18 años, falleció ahogado en la madrugada de ayer en la piscina del hotel en el que se alojaba con unos amigos, en Cala Mendia (Manacor). La Policía Local de Manacor ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias de la muerte.

El extranjero, al parecer, había estado consumiendo bebidas alcohólicas y sobre las dos menos cuarto de la madrugada accedió a la zona de la piscina del establecimiento Club Reina. De momento no está claro si James se zambulló voluntariamente o si cayó de forma accidental, pero lo que si se sabe es que al poco tiempo apareció flotando en el agua. El centro de emergencia del 112 recibió una llamada telefónica solicitando ayuda y una patrulla de la Policía Local que se encontraba en las inmediaciones acudió sin demora hasta el hotel, al que llegó en tres minutos. Los agentes se encontraron a la víctima fuera de la piscina, boca abajo, y comenzaron las tareas de reanimación, que se prolongaron durante veinte minutos, hasta que llegaron los sanitarios de una ambulancia y los relevaron. A lo largo de otra media hora los médicos le practicaron masajes cardíacos y otras técnicas de recuperación, pero el turista escocés había pasado demasiado tiempo en el interior del agua, sin recibir oxígeno, y falleció.

El juzgado de guardia de Manacor fue informado del óbito y la empresa funeraria trasladó hasta el instituto anatómico forense los restos mortales de James. Los policías desplazados a Cala Mendia tomaron declaración a las personas que habían pasado la noche con el joven escocés y a los responsables del hotel, a fin de conocer más detalles sobre lo ocurrido.

Con el muerto de ayer ya son tres los casos de ahogados en Mallorca desde el pasado martes. Ese día, un turista alemán de 74 años que se introdujo en la playa de Alcúdia para disfrutar de un baño se sintió indispuesto y se ahogó. Los equipos de emergencia intentaron reanimarlo, pero el hombre falleció.

Al día siguiente, miércoles, otro extranjero, en concreto un rumano, perdía la vida en aguas de sa Mola, en Andratx. La víctima, Boerean Dorel Filimón, de 47 años, se lanzó al mar cuando había un fuerte oleaje, en presencia de su mujer y de un grupo de amigos. El nadador se alejó 30 metros de las rocas y luego se hundió.