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Ayer por la mañana, por orden del Juzgado de Instrucción número 4 de Palma, se practicó la autopsia al cadáver del ciudadano chino Bao Li, que el pasado sábado murió tras ser apuñalado por su hermano, suceso que ocurrió en una vivienda de la calle Socorro. Los dos médicos que estudiaron el cuerpo de la víctima comprobaron que Bao Li murió al sufrir una puñalada a la altura del ventrículo del corazón, que le provocó que se desangrara y muriera casi al instante al padecer un shock hipovulémico, según confirmaron fuentes próximas al caso. El cadáver de la víctima no presentaba ningún tipo de señales de defensa. A pesar de ello, la policía cree que se trata de un homicidio y no de un asesinato.

Hay varios testigos que escucharon cómo los dos hermanos se pelearon debido a que la víctima había encendido un aparato de música y el detenido le pidió que bajara el volumen del aparato. A partir de ese momento ambos hermanos iniciaron una pelea, en la que el detenido cogió un cuchillo y apuñaló a Bao Li, si bien se descarta que previamente hubiera premeditado esta agresión.

En la mañana de hoy está previsto que el detenido, de 40 años de edad, sea presentado ante el juez. El Grupo de Homicidios de la policía de Palma ya ha concluido la investigación. Ayer estaba previsto tomar declaración al detenido para que explicara su versión de lo ocurrido, aunque el asiático prefirió no hablar. El detenido se acogió a su derecho a no declarar ante la policía y prefiere hacerlo hoy ante el juez.

A pesar de ello, hay pruebas más que suficientes que lo implican en la muerte de su hermano menor. Aunque no hubo testigos directos de la agresión, que se desarrolló en el pasillo de esta vivienda, hubo varios familiares que escucharon como ambos hermanos discutían. La policía ha tomado declaración a estos familiares, entre los que hay varios menores, y han confirmado que esta discusión por el volumen de una radio fue el desencadenante de la pelea mortal.

Los agentes también han comprobado que mientras la víctima bajaba a la calle y moría desangrado, varios de estos familiares se dedicaron a limpiar las manchas de sangre que había en el pasillo de la vivienda de la calle Socorro.