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Los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil de la Comandancia de Palma ha detectado en el último medio año un total de seis casos relaciones con el comercio ilegal de especies protegidas en Balears, según informó ayer un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC).

A nivel nacional, El Servicio de Protección de la Naturaleza llevó a cabo entre enero y julio un total de 418 actuaciones para el control del comercio de especies amenazadas, en las que se detectaron 356 infracciones. A raíz de estas infracciones, se instruyeron tres atestados y 189 denuncias. Asimismo, se confeccionó 164 actas y 62 informes, con el objetivo de poner en conocimiento de las autoridades esta práctica e «impedir por todos los medios el comercio fraudulento de las especies protegidas, amenazadas o en peligro de extinción».

Entre los distintos tipos de fraude detectados están la caza furtiva, el comercio ilegal, el contrabando de especies, la falsificación de los documentos que las amparan o la obtención de documentos auténticos aportando datos falsos. La Guardia Civil explicó que el comercio ilegal de especies amenazadas «es una compleja cadena que comienza por la captura, destrucción o recogida del especimen de su hábitat y termina en el domicilio particular, que en algunos casos desconoce el itinerario seguido por dicho ejemplar».