El condenado es Héctor Fabio Castrillón Bermúdez, de 23 años.
También se condena a Miguel Angel de Juan Resa, de 27 años, un
español que tenía un piso en Madrid, que se utilizaba como
laboratorio para manipular la droga.
La operación la inició la Udyco de la policía de Madrid en marzo
de 1999.
Los agentes comprobaron que en el piso de la calle Santa Susana
habitaban varias personas de aspecto sudamericano, y pusieron en
marcha un dispositivo de vigilancia al sospechar que una de ellas
se dedicaba al tráfico de drogas. Dos meses después, al tener
noticias de que el sospechoso iba a viajar a Mallorca informaron a
sus compañeros de la Jefatura de Palma.
Junto al que se creía que se dedicaba al tráfico de drogas viajó
hasta Son Sant Joan Héctor Fabio Castrillón. A su llegada a Palma
éste último no recogió equipaje alguno y se dirigió en taxi a un
hostal del centro de la ciudad. Los agentes lo siguieron y lo
arrestaron con el paquete con 992.080 gramos de cocaína adosado en
la espalda. El detenido manifestó que sólo era un correo por lo que
los agentes esperaron a que llegase el receptor de la droga, pero
no se le detuvo.
A su vez, se realizó un registro en la vivienda de Madrid donde
vivían con el propietario y se hallaron gran cantidad de productos
químicos, bidones, cubos, probetas, filtros, hornillos, una prensa
hidráulica y enseres propios de un laboratorio.
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