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Siete detenidos es el balance de un incidente que tuvo lugar el pasado domingo en Valldemossa y que finalizó en el cuartel cuando un grupo de detenidos se enfrentó con otro que reclamaba un coche robado.

A las 16.30 horas la policía recibió noticias del centro de emergencias del 112 de un altercado en el puerto de Valldemossa, donde al parecer varios individuos estaban golpeando los coches aparcados. Varias dotaciones se dirigieron hacia el lugar del incidente y vieron como dos vehículos subían la cuesta del puerto a una velocidad considerable, por lo que procedieron a interceptarlos. En los turismos circulaban cinco polacos, una colombiana y un colombiano y los policías comprobaron que uno de los automóviles había sido sustraído.

El otro era de matrícula alemana, por lo que en un primer momento no se pudo acceder al banco de datos informáticos para conocer su origen. Los siete extranjeros fueron trasladados al cuartel de Valldemossa, cuatro de ellos acusados del robo del coche y otros tres como inmigrantes ilegales. Las instalaciones municipales carecen de celdas, por lo que los sospechosos tuvieron que permanecer en una de las salas, a la espera de que los agentes decidieran qué hacer con ellos. Mientras tanto, averiguaron la identidad de la dueña del turismo y se pusieron en contacto con ella para explicarle lo ocurrido. La señora, de nacionalidad peruana, se presentó en el cuartel con un ecuatoriano y dos argelinos, y la tensión fue en aumento entre los dos grupos de extranjeros. Los efectivos policiales tuvieron que pedir refuerzos en los cuarteles de Sóller y Esporles, y entre todos consiguieron controlar la situación.

Con todo, la peruana no pudo marcharse con el coche de su propiedad porque el carnet no estaba en regla. La mujer parece ser que conocía a los supuestos ladrones porque había tenido una relación con el padre de uno de los detenidos.