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JUAN MIGUEL LÓPEZ El juez instructor del caso del hombre que disparó tres veces a un empresario de Can Valero en octubre del año pasado ha cambiado la acusación de homicidio en grado de tentativa a asesinato en grado de tentativa, según se desprende del auto de procesamiento notificado a los abogados el pasado lunes 6 de mayo y al que tuvo acceso este rotativo a través del abogado de la acusación particular, Ricardo Mesquida.

En principio, tanto en el momento de la detención como en el de ingreso en prisión, el agresor fue considerado como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa por haber disparado tres veces, de forma sorpresiva y tras esperarle, al empresario Francisco Salvador Pereda, de 56 años, sobre la cabeza y a bocajarro con una pistola de pequeño calibre.

Asimismo, el magistrado del Juzgado de Instrucción nº 8 de Palma de Mallorca ratifica la prisión provisional del agresor, Vicente Miguel E.S., al considerar que los hechos conocidos a tenor de los atestados policiales y de las averiguaciones judiciales constituyen una agresión con «indicios racionales de criminalidad contra una persona». Una circunstancia además por la que el juez instructor fija asimismo una fianza que asciende a 40.000 euros para el imputado «para asegurar», de esta manera, el pago de la responsabilidad económica a la víctima.

Igualmente, el juez instructor considera que la tenencia ilícita del arma con la que el acusado disparó a la víctima subraya los «indicios racionales de criminalidad del agresor». En principio y salvo que se tenga en cuenta un recurso de reforma por parte del abogado de la defensa, Carlos Portalo, el juez mantendrá esta acusación. Asimismo, en estos momentos, la defensa está a la espera de la decisión de la Audiencia Provincial de Palma sobre una apelación a la prisión provisional decretada por el juez por el delito de intento de homicidio.

Sin embargo, según fuentes judiciales, ésta no parece que vaya a ser tenida en cuenta después de que los hechos han llevado al juez instructor a modificar la acusación a intento de asesinato. Los hechos se remontan al 19 de octubre de 2001, cuando Francisco Salvador Quereda, un empresario murciano afincado en Mallorca recibió tres tiros de un ex empleado suyo, Vicente Miguel E.S., con el que mantenía un litigio judicial.