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EFE-LAGOS
A más de 150 muertos ascendió ayer el número de víctimas mortales del accidente aéreo registrado el sábado en la ciudad de Kano, en el norte de Nigeria, donde un avión se estrelló contra un grupo de edificios poco después de despegar. Según fuentes de los equipos de rescate, los fallecidos son los 76 ocupantes del aparato, 69 pasajeros y los siete miembros de la tripulación, y al menos 80 personas que estaban en las proximidades del lugar del accidente al producirse el impacto.

Las labores de desescombro continuaban ayer por la mañana en el área, donde no se descarta que aparezcan más cadáveres entre los restos de la docena de edificios, entre ellos una mezquita, una escuela coránica y un colegio, que resultaron destruidos total o parcialmente por el siniestro.

El accidente se produjo a primera hora de la tarde, cuando muchos de los habitantes de la populosa zona, conocida como Gwammja, permanecían en el interior de sus viviendas, al tratarse de una jornada festiva, y de acuerdo con las fuentes entre las víctimas figurarían al menos una docena de niños.

El presidente de Nigeria, Olesegun Obasanjo, ha suspendido la visita oficial que tenía previsto iniciar hoy en Sudáfrica y ordenó la creación urgente de una comisión gubernamental para investigar las causas de la catástrofe. En un primer momento se creyó que el accidente se había producido durante el aterrizaje, pero el avión había llegado al aeropuerto de Kano sin problemas desde la ciudad de Jos, en el centro nigeriano, y acababa de despegar con destino a Lagos, en el sur y capital económica del país.

Portavoces oficiales confirmaron que entre los fallecidos se encuentra el ministro de Deportes, Ishaya Mark Aku, que había asistido a una reunión de carácter político en Jos y se dirigía a Lagos para asistir a un encuentro amistoso de fútbol entre las selecciones nacionales de Nigeria y Kenia. El aparato chocó contra un edificio antes de hacerlo contra otros dos y estallar en llamas, que se extendieron con rapidez a una colonia de viviendas cercana, lo que causó la huida despavorida de cientos de habitantes de la zona.