Los bomberos utilizaron en Binissalem cajas especiales para coger a las abejas. Foto: A.S.

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Mallorca está viviendo una auténtica invasión de abejas y los bomberos, en sólo quince días, han efectuado 127 intervenciones para retirar enjambres o auxiliar a particulares que habían tenido problemas con estos insectos. «Lo más conveniente es no tirarles piedras ni ponerlas nerviosas, porque en ese caso pueden picar y ser peligrosas». El consejo, dado por un experto, no es a veces suficiente y en estas últimas semanas de gran actividad se han registrado incidentes de poco importancia con personas alérgicas que han sido picadas.

Los bomberos emplean trajes especiales cuando tienen que retirar enjambres, pero los insectos encuentran a veces la forma de colarse. La llegada de la primavera, lógicamente, está directamente relacionada con la invasión de abejas, pero ni los bomberos ni los expertos recuerdan un año tan intenso. Desde el día 7 hasta ayer los parques de bomberos han realizado algún tipo de actuación relacionada con abejas en las siguientes localidades: Manacor, Sant Llorenç, Campos, Llucmajor, Muro, Bunyola, Pollença, Felanitx, Calvià, Binissalem, Selva, Santanyí, Alaró, Andratx, Son Servera, Valldemossa, Sencelles, Artà, Santa Margalida, Deià, Algaida, Inca, Santa Eugènia, Sant Joan, Consell, sa Ràpita, Palmanyola, Maria de la Salut y sa Pobla; es decir, prácticamente toda la geografía insular.

Los apicultores tampoco dan abasto, ya que después de cada intervención son ellos los que se hacen cargo de las abejas. Los ejambres están compuesto por entre 1.200 y 1.500 insectos, y generalmente buscan lugares tranquilos para no ser pasto de los depredadores, sobre todo de los pájaros. Así, no es de extrañar que hace algunos días un matrimonio de Son Servera se llevara un susto sonado al encontrar en el baño de su casa una colonia de abejas. Otro lugar escogido con frecuencia suele ser las ventanas, en especial entre el cristal y la madera. Los bomberos utilizan casi siempre el mismo sistema: se protegen todo el cuerpo para evitar las picaduras y luego arrojan sobre el enjambre un humo especial, que las 'domestica'. La hora adecuada para intervenir es a partir de las seis de la tarde, cuando los insectos regresan en multitud 'a casa'.