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JAVIER JIMÉNEZ-PEP MATAS
Expertos en materia de aviones de carga creen que el bimotor que el viernes se estrelló en la pista sur de Son Sant Joan pudo perder el control al dispararse la potencia de uno de los motores. Sin embargo, oficialmente no se ha ofrecido de momento ninguna versión y Aviación Civil empezó ayer a analizar las cintas de las conversaciones entre la torre de control y el piloto. Los especialistas explicaron a este periódico que los aviones de carga, normalmente, aterrizan a una velocidad de unos 120 kilómetros por hora, aunque esta cifra depende del peso que transportan. A medida que se realiza la maniobra se ralentizan los motores y pudo ser que en ese momento uno de ellos «guiñara» y provocara un viraje brusco hacia el lado izquierdo, que finalizó con la colisión contra el asfalto.

La rapidez con la que ocurrieron los hechos explicaría que ni el piloto ni el copiloto pudieran ponerse en contacto con la Torre. Asimismo, fuentes cercanas a los dos tripulantes fallecidos indicaron que ese mismo problema, al parecer, ya lo había sufrido el mismo avión poco antes de la tragedia del viernes. La investigación de Aviación Civil, empero, no ha alcanzado todavía ninguna conclusión y las fuentes consultadas indicaron que las diligencias «durarán meses». El estudio constará de tres fases: la primera comenzó ayer con el estudio de la cintas entre los tripulantes y la torre de control; la segunda será la de «status de hechos probados» y se reunirán todas las partes implicadas; y por último la tercera deberá analizar las causas para abordar las conclusiones.

Los inspectores consultados indicaron que la duración de las pesquisas no se puede concretar y añadieron que en algunos casos -sobre todo los excepcionalespueden durar más de un año: «Cuando hace más de veinte años dos boeing chocaron en Tenerife la investigación para determinar qué había pasado y de quién era la culpa duró dos años, pero la complejidad de ese siniestro aéreo y el del viernes en Son Sant Joan no es evidentemente la misma», concluyó. César Bores y Víctor Roca fallecieron en la madrugada del viernes en la pista sur de Son Sant Joan cuando el bimotor SW3 que pilotaban estaba a punto de aterrizar con su carga de paquetería. Durante toda la mañana el aeropuerto operó con una sola pista.