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Bernd Ecker, el alemán que fue detenido por el asesinato de su compañera sentimental, fue conducido el pasado lunes al juzgado de Manacor, donde se le comunicó los cargos que se le imputarán en el juicio que se celebrará ante un jurado popular. La fiscal Amparo González anunció al acusado que le imputará un delito de asesinato por la muerte de su novia, la joven belga Vicky Keller, que apareció muerta el pasado día 2 en una finca de la localidad de Manacor. En esta comparecencia en el juzgado se intentó determinar cuál había sido el móvil del crimen. El acusado no niega su participación en los hechos, pero en las preguntas que se le realizaron cuando estuvo ingresado en el Hospital General se limitó a contestar con monosílabos, sin explicar cómo se produjo el crimen.

El pasado lunes el detenido, aunque se mantuvo mucho más despierto que cuando declaró en el hospital, no quiso contestar a algunas preguntas concretas, e incluso se atrevió a manifestar que para él su novia seguía con vida, y que no cambiaría de opinión hasta que alguien le demostrara que había muerto. Entre las pruebas que se han solicitado está el estudio del estado mental del acusado. El individuo fue localizado minutos después de encontrarse el cadáver. Apareció desnudo con el cuerpo cubierto con plásticos y con papel higiénico. Desde que ingresó en los calabozos se mostró poco colaborador. Se negaba a hablar y a consumir alimentos, y durante casi todo el tiempo estuvo agazapado sin apenas moverse.

Ante la posibilidad de que se deshidratara se le trasladó al Hospital General. Sin embargo, el médico que le visitó en los calabozos ya indicó en su informe que el individuo fingía. También el psiquiatra que le atendió cuando estuvo ingresado en el hospital descartó que el acusado sufriera una enfermedad psicótica. Por tanto, en fuentes próximas al caso se mantiene que Bernd Ecker ha intentado simular una enfermedad mental porque sabe que ello le beneficiará en vistas al próximo juicio ante un jurado popular.

Por otra parte, la investigación sigue abierta y no se descarta que otra persona interviniera en el crimen. La mujer apareció en un campo de forraje, pero no se cree que fuera asesinada en este lugar. Por ello, se tienen dudas de que el detenido tuviera la suficiente fuerza para trasladar él solo el cadáver. A pesar de estas sospechas no se han producido más detenciones.