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La española Dolores Ruiz Guerrero, «La Abuela», de 82 años, que ha sido puesta en libertad el sábado en Nueva Delhi tras permanecer encarcelada en la India durante más de seis años por tráfico de drogas, dijo nada más salir de la cárcel que estaba «contentísima» y que deseaba «bañarse, peinarse y lavarse el pelo».

«¡Estoy fuera! ¡Estoy fuera!», le dijo por teléfono Dolores Ruiz a su sobrina Carmen Camacho, quien relató que la anciana se ha alojado en un hotel de la capital india mientras arregla «unos papeles» para regresar a España, posiblemente el próximo martes, y que ahora deseaba quedarse «un par de diítas» en Nueva Delhi «para hacer unas compras».

Dolores Ruiz Guerrero fue sentenciada en Nueva Delhi en 1995 a diez años de cárcel por tráfico de drogas y a pagar una multa de 5.714 dólares, si bien ella aseguró siempre que la heroína encontrada en su equipaje, once kilogramos, había sido introducida sin su conocimiento.

El ministro indio de Asuntos Exteriores, Jaswant Singh, anunció en Madrid a mediados de febrero que Dolores sería liberada en un plazo de quince días, tras las gestiones diplomáticas llevadas a cabo incluso por el rey Juan Carlos. La Fundación Ramón Rubial-Españoles en el Mundo, que ha trabajado en la puesta en libertad de la anciana, expresó ayer noche su «enorme alegría y satisfacción» por la liberación de Dolores.

La sobrina de Dolores Ruiz, Carmen Camacho, explicó en Madrid que «llamó esta mañana (del sábado) sobre las ocho de la mañana, el secretario de la embajada, el señor Gutiérrez, y nos puso en contacto con ella y la oímos muy mal, porque está muy sorda, pero nos dijo que está contentísima, que tiene muchas ganas de vernos, de bañarse, de peinarse, de lavarse el pelo, y luego nos cortó». «Y a mediodía -prosiguió- nos volvió a llamar otra vez y nos dijo que estaba en un hotel. Que estaba a la espera de unos papelitos que le faltaban y a arreglar el pasaje para venir acá».