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EFE-SAN DIEGO La autopsia practicada al cadáver encontrado el jueves a unos 40 kilómetros de San Diego (California, EE UU) confirmó que corresponde a Danielle van Damm, la niña de 7 años desaparecida hace casi un mes, se anunció ayer oficialmente. La causa de la muerte de la pequeña todavía no ha sido determinada, debido al avanzado estado de descomposición del cadáver, según manifestó el fiscal Paul Pfingst, quien también informó de que había podido practicarse la identificación mediante un análisis dental.

Pfingst había dado prácticamente por hecho que se trataba de Danielle, ya que los investigadores encontraron un collar y un pendiente muy parecidos a los que llevaba la niña cuando desapareció de su casa, en un barrio residencial de San Diego, el pasado 2 de febrero. Inicialmente, se dijo que el cadáver estaba parcialmente calcinado, pero las autoridades no han querido dar detalles sobre el estado del cadáver, excepto que se encontraba parcialmente descompuesto y que había sido arrojado a una zona boscosa cerca de un camino hace unas tres o cuatro semanas, lo que coincide con la fecha de su secuestro.

Aunque las autoridades todavía no han determinado las causas de la muerte y no han encontrado armas en la escena del crimen, todas las sospechas apuntan a David Westerfield, vecino de la familia. El fiscal acusó el martes a Westerfield, de 50 años, de asesinato, secuestro y posesión de pornografía infantil.