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EUROPA PRESS MADRID/TEHERAN
Cuatro españoles figuran entre las 117 víctimas del accidente de avión sufrido por un Tupolev de una compañía iraní que se estrelló cerca de la ciudad de Joramabad (oeste) por causas aún desconocidas, según informaron fuentes diplomáticas, precisando que todos ellos eran trabajadores de la factoría Fagor en la localidad guipuzcoana de Mondragón y que se encontraban en «misión comercial» en Irán.

Según explicó la empresa en una nota, los cuatro directivos fallecidos son el director de Calidad e I+D, Jesús Olazabalaga; el director Comercial del Àrea Asiática, Julio Ibarra; el director de Compras, Juan Carlos Goikoetxea, y el gestor del proyecto, Joseba Azkoaga. Los cuatro trabajadores habían viajado a Irán para ultimar un acuerdo de colaboración técnica con una empresa iraní del sector de automoción.

Un encargado de la sección consular española en Irán, así como un funcionario del consulado, se han desplazado al lugar del siniestro por carretera, con el fin de ayudar en las labores de identificación de los cuerpos con vistas a su previsible repatriación, según informaron fuentes diplomáticas. La Organización de la Aviación Civil Iraní (CAO) confirmó ayer al mediodía la catástrofe, precisando que el avión se estrelló en la región montañosa de Cheguini, lo que hace presumir una complicada labor de identificación y recuperación de los cadáveres de las 117 víctimas.

El avión, un Tupolev-154 de fabricación rusa propiedad de la compañía Iran Air Tours, filial de Iran Air, desapareció poco después de su despegue del aeropuerto internacional de Mehrabad, en Teherán, a las 7:30 horas (5:00 hora española) de las pantallas de radar, según indicó un portavoz de la CAO, Reza Jafarzadeh, citado por la agencia oficial IRNA. Minutos antes de estrellarse el aparato perdió también contacto por radio con el aeropuerto de Joramabad, donde se dirigía. Según el portavoz de la CAO, el número de víctimas ascendería a 117, sin embargo, según el portavoz del Gobierno, Abdulá Ramezanzadeh, indicó que a bordo del avión había un total de 118 personas, 105 pasajeros y el resto miembros de la tripulación.

Inmediatamente después del accidente el presidente iraní, Mohamed Jatamí, ordenó la creación de un equipo especial en el seno de la CAO para investigar la causas del accidente, según el portavoz gubernamental. «De acuerdo con la orden dada por el presidente, todas las organizaciones y cuerpos relacionados están obligados a cooperar con este equipo», precisó.

Los restos del aparato han sido localizados en la región de Darreh Sarab, cerca de Joramabad, que se encuentra a unos 400 kilómetros al suroeste de Teherán, en la provincia de Lorestán, y los equipos de rescate se encuentran trabajando ya en la zona. De acuerdo con los testimonios de los habitantes de la región en primer lugar «hubo una fuerte explosión y a continuación llamas» antes de que el aparato se estrellara en la montaña de Sefid-Kuh (montaña blanca).