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Ayer se celebró un juicio de faltas contra Joaquín Rabasco, concejal de Llucmajor y presidente de ASI. El político fue denunciado por un hombre que afirma que, el pasado mes de octubre, le propinó una patada en los testículos. Rabasco, sin embargo, niega los hechos, y durante el juicio, defendido por el abogado Antoni Verd, presentó una coartada con varios testigos.

Según el denunciante, Rabasco le contrató para unos trabajos para el Ayuntamiento de Llucmajor, pero no cobró. Durante días le insistió al concejal para que le pagara. El denunciante asegura que Rabasco ordenó a un trabajador del Ayuntamiento que le llamara y le dijera que si insistía le quemaría el coche. También mantiene que el político se dirigió a una librería de la costa de sa Pols, en Palma, (donde trabajaba) y le agredió en la calle. El denunciante presentó como testigo al dueño de la librería, que aseguró que Rabasco había agredido a su empleado, dándole una patada en los testículos y varios golpes en la cara.

El presidente de ASI, por su parte, niega los hechos. Afirmó que ha sido víctima de un acoso por parte del denunciante, que también le amenazó si no le pagaba por trabajos que él no ordenó. El político presentó varios testigos que le avalan. Uno de ellos asegura que estuvo con Rabasco el día de los hechos en la sede de ASI y lo recordó por la fecha de la factura de la cena que celebraron esa noche. Otro de los testigos aseguró que el denunciante le pidió que le dijera a Rabasco que si no le pagaba el dinero, le denunciaría y que ello le haría mucho daño a su imagen.

Rabasco mostró a la juez unos mensajes escritos en su móvil en los que se leen frases como «si no me pagas te llevaré a juicio...» o «mañana termina el plazo para nuestro asunto». El denunciante aclaró que con estos mensajes pretendía reclamar su deuda laboral. La Fiscalía solicitó la absolución. El letrado del denunciante, Jaime Florit, pidió una condena de arresto de tres fines de semana y una indemnización de medio millón por el daño moral.