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M. FUSTER/E. BALLESTERO/M. VÀZQUEZ La zona norte de Mallorca permanecía anoche en estado máximo de alerta a causa del temporal. Los accesos por carretera al Port de Pollença, Cala Sant Vicenç y algunos tramos de la carretera de Alcúdia-Artà se fueron complicando ayer a medida que avanzaba la tarde. Aunque la carretera que conecta Alcúdia con el Port de Pollença estaba cerrada oficialmente, eran muchos los que se aventuraban a cruzarla para llegar a sus hogares. Mientras, las olas batían con fuerza el castigado litoral.

Con la caía de la noche cayeron numerosos pinos en Cala Sant Vicenç (Pollença) donde aproximadamente una treintena de abonados aún carecen de luz. En Alcúdia, el panorama no era mucho mejor. La zona de los lagos estaba anegada por la lluvia y según informaron los alcaldes de Alcúdia y Muro, durante la visita que el director general de Costas, José Trigueros, realizó a la zona norte de Mallorca, s'Albufera amenazaba con desbordarse en los próximos días inundando el litoral de ambos municipios. Los trabajos se centran ahora en evitar que se taponen los canales pero el nivel de agua del torrente de Muro estaba creciendo.

Las precipitaciones continuas no hacían más que agravar el sentimiento de posibles inundaciones toda vez que llueve sobre mojado y los torrentes van casi llenos.

En Santa Margalida, Can Picafort se ha llevado hasta el momento la peor parte. Tanto en Son Serra de Marina como Son Bauló muchas viviendas seguían sin agua ni luz. El colegio Voramar de Can Picafort seguía cerrado.

En la comarca de Llevant, ya tuvieron lugar pequeñas pero molestas inundaciones. Una de las partes más afectadas fue Cala Bona, concretamente en la calle Racó den Corema, donde el torrente de Son Floriana se desbordó y se registró una afluencia de agua que sobrepasaba los 40 centímetros de altura. En los municipios de Manacor, Sant Llorenç y Son Servera estaban en estado de máxima alerta.