La carretera del Port de Pollença a Alcúdia, bordeando el mar, quedó completamente arrasada. FOTO: UH/INCA

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Caos, devastación, impotencia, miedo...y la tragedia. Estaba previsto y anunciado pero la realidad ha superado todas las previsiones. Rachas de viento de hasta 150 kilómetros por hora y fuertes lluvias se han cebado el pasado fin de semana sobre nuestra Isla.

Los daños han sido cuantiosos y en varios municipios se va a solicitar la declaración de zona catastrófica. Los más afectados son los del Norte de la Isla, aunque prácticamente en todas las comarcas se han registrado daños importantes.

En Mallorca permanecen cortadas al tráfico, hoy lunes, seis carreteras debido a la acumulación de árboles y ramas en medio de la calzada derivada del temporal. Las carreteras afectadas son: PM 350 de Muro a Inca, cortada en el kilómetro 2; PM 604, Campos-Colonia; PM 333, Petra-Son Serra de Marina, kilómetro 12.800; comarcal 710, Sóller-Deiá, kilómetro 58.800; comarcal 712, entre Artá y Can Picafort y la carretera de Cabo Blanco en el kilómetro 32.500. Los parques de bomberos de Mallorca, Protección Civil y voluntarios colaboran en la limpieza de las carreteras en cuyas calzadas se amontonan pinos, piedras y barro, informaron fuentes de la Guardia Civil de Tráfico.

Desde primera hora de la madrugada del domingo decenas de carreteras se tuvieron que cortar al tráfico. Ayer había gente atrapada en Lluc y Formentor y la Cala de Sant Vicenç, en Pollença, quedaron incomunicados durante horas. Pero la tragedia surgió en Palma, en concreto en el Passeig Marítim. Un taxista, Jorge Blázquez, sargento jubilado de la Guardia Civil, murió de madrugada al ser aplastado el vehículo por un gran pino. El taxista llevaba a dos pasajeros, que resultaron heridos graves. Por la tarde, en Calvià, un operario del Ajuntament sufrió lesiones graves al ser alcanzado por un árbol, y murió pocas horas después. Se trata de Vicente Chinchilla Hernández, de 32 años.

El suceso de Calviá se produjo sobre las 17.00 horas de ayer, a la altura del número 6 de la calle Rey Sancho del núcleo urbano de Santa Ponsa, donde el trabajador municipal colaboraba en la retirada de un gran árbol que había caído sobre la calzada. Cuando las brigadas de mantenimiento del Ayuntamiento de Calviá procedían a izar el tronco mediante una grúa fija, éste se soltó de su sujeción y cayó sobre el operario, a quien aplastó contra el suelo. Las mismas fuentes señalaron que Vicente Chinchilla sufrió rotura de pelvis y de un brazo y hemorragia interna, por lo que necesitaba la reconstrucción de la arteria femoral. El Ayuntamiento celebrará al mediodía de hoy un pleno extraordinario para declarar tres días de luto oficial en el municipio, donde ondearán las banderas a media asta.

Por otra parte, la indignación de miles de ciudadanos contra GESA volvió ayer a resonar a grandes voces. En decenas de localidades no había fluido eléctrico y nadie se ponía al teléfono para dar explicaciones de cuándo se restablecería la normalidad.