El herido, en urgencias de Son Dureta junto a dos amigos. Foto: J.F.M.

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JAVIER JIMÉNEZ/J.F.MESTRE «Nos habíamos quejado al propietario y a la agencia inmobiliaria porque sabíamos que la escalera estaba en muy mal estado y podía caerse. Lo que tenía que pasar ha pasado y estoy vivo de milagro». Youssef Jahjah, un vendedor ambulante marroquí que lleva varios años residiendo en un piso de Son Gotleu, sufrió ayer heridas graves al derrumbarse parte de la escalera de un edificio de la calle Tomás Rullán.

El centro de emergencias del 112 fue informado del accidente sobre las siete de la mañana y de inmediato coordinó el dispositivo de emergencia, en el que participaron bomberos de Palma, Policía Local y varias ambulancias. Youssef cayó desde el segundo piso al segundo y fue golpeado por los cascotes de gran tamaño, que le dejaron aturdido y conmocionado. Una de sus piernas se fracturó por varias partes y el resto de su cuerpo resultó magullado. Los equipos de emergencia lo rescataron y los bomberos procedieron a evacuar al resto de vecinos de la finca, que habían quedado atrapados y no podían utilizar la escalera para llegar a la calle.

La víctima fue evacuada en ambulancia hasta Son Dureta, donde fue intervenido quirúrgicamente. Ultima Hora se puso ayer en contacto con el vendedor ambulante, que explicó que a pesar de que sólo pagaba 30 mil pesetas de alquiler la casa y el edificio se encuentran en muy mal estado y que él y su familia ya habían advertido que podía pasar alguna desgracia. Tomás Fluxes, el dueño del edificio, se personó en el inmueble para interesarse por lo ocurrido y declaró que «estoy trastornado por lo que ha pasado, ha sido un buen susto».