Un empresario de Palma es tiroteado en la cabeza por un ex empleado

La víctima, natural de Murcia, llevaba muchos años afincado en Mallorca y es un conocido empresario de Can Valero. Su negocio «Alytec» está ubicado en la nave 46 de la calle Poyma y a eso de las 10.00 horas Francisco Salvador llegó al polígono a bordo de su coche Alfa Romeo. Enfiló la cuesta que desemboca en su empresa y tomó la curva para aparcar. Justo en ese momento se echó sobre el vehículo Vicente Miguel E.S., un ex trabajador de «Alytec», que había esperado pacientemente la llegada del industrial. El hombre, de 53 años, blandía una pistola de pequeño calibre en una de sus manos y disparó a bocajarro contra Francisco Salvador, tras gritarle: «¡Sal del coche, sal ya!».

Al agredido el primer disparo le alcanzó de lleno en la cabeza, aunque milagrosamente no perdió masa encefálica. El segundo y tercer proyectil le hirieron en el brazo izquierdo, que el empresario levantó de forma automática al escuchar la detonación y presenciar que la ventana de su coche saltaba por los aires hecha añicos. El pistolero permaneció unos segundos junto al turismo y cuando los trabajadores de aquel callejón salieron a interesarse por lo ocurrido Vicente Miguel se dio a la fuga a bordo de un Renault Clío de color blanco. El empresario permaneció consciente y puedo cruzar algunas palabras con sus empleados antes de ser acomodado en la parte trasera de su vehículo, con el rostro completamente ensangrentado. Juan Cruz, uno de los empleados, se colocó al volante y sin demora trasladó a su jefe hasta el hospital de Son Dureta.

El Grupo de Homicidios de la Policía se hizo cargo de la investigación, habló con los testigos y recogió muestras del escenario del tiroteo. José Antonio Gutiérrez, otro de los trabajadores de «Alytec», que lleva dos semanas en la empresa, aseguró que todos los asalariados estaban conmocionados y explicó que lo ocurrido había sido «de película».

El herido quedó ingresado en la UCI de Son Dureta
Cuando Francisco Quereda llegó a Son Dureta quedó ingresado en la UCI. Fue sometido a una intervención quirúrgica en la que le extrajeron los dos proyectiles alojados en su brazo izquierdo, que utilizó a modo de defensa en el momento de la agresión. Por la noche tenía que ser sometido a otra intervención para extraerle el proyectil que le quedó alojado en la cabeza, entre los huesos y el cerebro. Los tres disparos se efectuaron en un espacio de tiempo de siete segundos.