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Los bomberos sofocaron ayer un nuevo rebrote del incendio que devastó el miércoles el bosque de la urbanización de Son Font, en Calvià. La vigilancia en la zona es máxima y ayer un portavoz de la Policía Local de aquel municipio explicó que «además del servicio habitual de vigilancia rural de la policía en todo el término, se han incrementado los efectivos con el fin de controlar de una forma más eficaz esas zonas». La vigilancia incluye motos y vehículos todoterreno.

Por otro lado, los agentes interceptaron en la tarde del jueves a un joven motorista que fue divisado por algunos vecinos cuando se adentraba en la montaña de Son Font, en actitud sospechosa. El individuo portaba una mochila a su espalda y llevaba una cámara fotográfica y un trípode. Los policías le pidieron la filiación y el zagal, de nacionalidad holandesa, aseguró que sólo quería tomar unas fotos del lugar. Luego se averiguó que residía en la zona y se le dejó en libertad por falta de pruebas inculpatorias. El incidente, con todo, demuestra el nerviosismo que existe entre los vecinos de Son Font y la psicosis de nuevos incendios.