TW
0
J. RODRÍGUEZ Inspectores de la Conselleria d'Agricultura i Pesca del Govern balear fueron ayer al solar de Marratxí donde un vecino denunció el hallazgo de los cadáveres de unas 30 ovejas y procedieron a levantar la correspondiente acta de infracción, según confirmaron fuentes del departamento autonómico. Los inspectores comprobaron que los animales murieron hace unos meses y que casi todos tenían la placa de identificación correspondiente por lo que, en un principio, no habrá problemas para localizar a su propietario y saber las razones por las que abandonó los cuerpos.

De hecho, las mismas fuentes remarcaron que ya se ha abierto una investigación para esclarecer las causas y fechas de las muertes y destacaron que ya se han realizado los trabajos necesarios «para la destrucción higiénica de los restos». Asimismo la Conselleria abrió ayer el procedimiento administrativo de sanción aunque no supieron precisar la cuantía de dicha multa ya que depende de las infracciones en las que haya incurrido el propietario de las ovejas.

De momento, parece claro que el ganadero ha incurrido en un delito contra el medio ambiente, ya que el abandono de cuerpos de animales está prohibido, y está por ver si también ha inclumplido la normativa de salud pública. Aunque desde el departamento autonómico no quisieron dar más detalles sobre el caso, la muerte de estas ovejas puede coincidir, en el tiempo, con la aparición en la Isla de la enfermedad ovina de la «lengua azul», enfermedad que ya está controlada tras el periodo de vacunación.