El jefe superior de la policía, junto al responsable de la investigación, mostró las piezas recuperadas.

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Los agentes de la Comisaría de la Platja de Palma localizaron el pasado día 22 estas joyas escondidas en un vehículo de alquiler, que estaba aparcado en Can Pastilla. No se trató de un hallazgo casual, sino que la policía venía investigando en los últimos meses a unos individuos, casi todos procedentes de los Países del Este, que se han instalado en la Isla con el único objetivo de delinquir.

En las últimas semanas se habían producido numerosos robos en viviendas de lujo de la Isla. Estos delitos los venía investigando la policía y la Guardia Civil. Todas las pruebas indicaban que los robos habían sido obra de un grupo muy bien organizado. Se averiguó que este grupo pretendía sacar de la Isla un importante cargamento de objetos robados, que los suelen enviar a su país. Estas noticias coincidieron con la detención, por parte de la Guardia Civil, de tres individuos húngaros (que ahora están en prisión) que habían cometido robos en varios chalets de la Isla. Para evitar precisamente que el género pudiera salir de Mallorca, la policía montó vigilancias en empresas de paquetería, y controló los envíos postales, los vehículos de alquiler y el aeropuerto.

Precisamente el día 22 se denunció que un turismo de alquiler no había sido devuelto a la empresa. Este coche lo había alquilado un húngaro, lo que incrementó las sospechas de que podría utilizarse para trasladar los objetos robados. La policía intensificó la búsqueda de este coche, y lo encontró aparcado en la calle Caravella de Can Pastilla. Se descubrió, perfectamente camuflado, bajo la rueda de repuesto, un saco de tela, que contenía este lote de joyas. También había numerosos vídeos, ordenadores de última generación y cámaras fotográficas. Los delincuentes también habían escondido los útiles para perpetrar los delitos, como un cortafríos, un destornillador, una machota potente, un cincel y una defensa de descarga eléctrica en perfecto estado.

La policía está intentando ahora relacionar estos objetos recuperados con los tres húngaros, porque tienen sospechas de que los autores de estos robos han sido ellos. Un perito experto valoró las joyas recuperadas en unos 80 millones.