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La hipótesis que se baraja después de las primeras investigaciones sobre la muerte de Andrés Moyá es la de que se trató de un ajuste de cuentas por un asunto de drogas. Como ya se ha informado en este periódico la víctima había efectuado un viaje a Colombia, del que regresó pocos días antes de su desaparición (el viernes de la semana pasada).

Por parte de este periódico se han recabado datos en los que se habla de una relación más o menos directa del hombre con uno de los clanes establecidos en Manacor. El viaje de Andrés Moyá está comprobado, e incluso se le encontraron entre sus pertenencias una serie de dólares. Las investigaciones apuntan a que el viaje se efectuó para que la víctima hiciera de 'correo'. Siempre según la hipótesis que se baraja, una vez de regreso a Manacor puede que no entregara la cantidad acordada de cocaína, por lo que se decidió 'quitarle de en medio'.

Como ya se informó en la edición de ayer los primeros datos de la autopsia no determinan las causas del óbito y se apuntan dos: por ingestión de sustancias tóxicas o estrangulamiento. En cualquier claro está claro que se trató de una muerte con una etiología criminal, y la duda está entre si lo llevaron al Camí de ses Rotanes y le inyectaron una sobredosis, o bien lo mataron por estrangulamiento. Tampoco está del todo claro si lo asesinaron en el lugar donde se halló el cadáver o lo mataron en otro lugar y después lo dejaron en la finca Bandris Vell.

El clan de narcotraficantes del que se supone que el fallecido tenía una relación directa, es uno de los que apareció en el reportaje publicado por Ultima Hora el pasado día tres.