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La autopsia al cadáver de Andrés Moyá, cuyo cadáver fue localizado la noche del pasado lunes en es Cami de se Rotana, en la finca Bandris Vell, no pueden determinar con total exactitud las causas del fallecimiento.

Los primeros análisis de la autopsia, que se practicó ayer por parte de Javier Alarcón, médico forense de los juzgados de Manacor, fueron entregados a la autoridad judicial y se informó a los responsables del Cuerpo Nacional de Policía que llevan la investigación del caso. En el transcurso de la autopsia se encontró una hemorragia en la zona del cuello de la víctima, pero no ha quedado claro si la causa de la muerte fue por estrangulamiento. Ya se ha informado en estas páginas que el cadá ver tenía una camiseta que le cubría la cabeza y una cuerda 'de saco' estaba anudada alrededor del cuello. Continuando con la autopsia, se hallaron sustancias tóxicas en el interior del organismo de la víctima, y se señala que esta pudo ser la causa de la muerte, con más probabilidades que la del estrangulamiento pero sin que se pueda determinar al cien por cien.

Para ello se tiene que esperar a conocer los resultados de los análisis de las muestras, que se han remitido al Instituto de Toxicología de Barcelona.

Un dato que si establece la autopsia es que la muerte de Andrés Moyá se produjo el pasado viernes, tres días antes de que fuera localizado el cadáver por el encargado de la finca Bandris Vell.

Por parte del Cuerpo Nacional de Policía la investigación continúa, barajándose como principal hipótesis la de una muerte a causa de una sobredosis, au que tampoco se descartan otras posibilidades.