Javier Jiménez11/05/01 0:00
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Las precipitaciones que con mayor o menor intensidad descargaron ayer sobre Mallorca provocaron inundaciones en carreteras, rotondas y plantas bajas de Inca, Calvià y Alcúdia y obligaron a numerosos servicios a bomberos y Policía Local. En la Avenida de la Playa, en Alcúdia, el agua se estancó sobre la calzada debido a que los desagües estaban obstruidos y en algunos puntos entró en comercios y tiendas, provocando las lógicas quejas de los afectados.

En Inca la situación fue, todavía, más delicada: la rotonda de la carretera de Sencelles quedó anegada y la circulación fue lenta y difícil debido a la cantidad de agua encharcada. Los agentes municipales y los bomberos realizaron varios servicios de achiques. El aguacero llegó a ser de tal intensidad que algunos conductores optaron por encender las luces de alumbrado ante aquella cortina de agua que disminuía de forma considerable la visibilidad y hacía peligrar la conducción. En la rotonda de Son Ferrer, en Calvià, la lluvia inundó aquel tramo y provocó problemas en casi todo el municipio.

En Palma las precipitaciones, sobre todo por la mañana, fueron puntualmente intensas y en barriadas como la de La Vileta, donde las inundaciones son frecuentes, el agua anegó algunos tramos de la carretera. Los desprendimientos de paredes de piedra en las carreteras de Sóller o Valldemossa fueron frecuentes a lo largo de todo el día de ayer.

En Felanitx se recogieron 50 litros por metro cuadrado y en Inca 22
Las lluvias de ayer fueron abundantes y, en según que zonas, venían acompañadas de abundante barro arrastrado desde el norte de Àfrica por la borrasca, según comentaron fuentes de la dirección provincial del Instituto Nacional de Meteorología. Así, según las mismas fuentes, las precipitaciones fueron más severas en la zona centro de la Isla y, en concreto, se dejaron notar en Felanitx, donde se recogieron 50 litros por metro cuadrado y en la zona de Inca donde se registraron algo más de 22 litros de agua. Asimismo, en Palma se recogieron 6 litros mientras que en Eivissa y Menorca los registros llegaron a los dos litros.