El albañil de Son Gotleu prefirió mantener su identidad en el anonimato por temor a represalias. Foto: A.SEPÚLVEDA.

TW
0

«Me quiere arruinar la vida y ya no sabe qué tiene que hacer. Nunca le he puesto la mano encima y la prueba es que después de denunciarme en más de 70 ocasiones la policía nunca me ha detenido: ¿por algo será, no?». El ex marido de Pilar Egea, la mujer que el pasado miércoles denunció a Ultima Hora una brutal paliza supuestamente propinada por este hombre, negó ayer de forma categórica las acusaciones y aseguró que «aquí las únicas víctimas somos yo y mi familia».

El individuo, albañil de profesión, prefirió mantener su identidad en el anonimato -«tengo mujer e hijos y trabajo, soy una persona normal»- y explicó que el pasado lunes, día de la agresión, estuvo asfaltando en una calle de Portopetro. «Pasé todo el día allí, con testigos, y a las ocho y cuarto de la tarde mis compañeros me bajaron a Palma y me dejaron en la rotonda de Can Blau, donde había aparcado el coche por la mañana», contó. La agresión, según Pilar Egea, ocurrió a las 19.00 horas en la calle Eusebio Estada. El ex marido de la denunciante se fue a su casa, en la calle Tomás Rullán de Son Gotleu, sin sospechar nada y sobre las 23.30 horas escuchó ruidos y voces en la calle: «Me asomé porque pensaba que pasaba algo y ví al padre de Pilar, a dos hermanos y a un cuñado, que comenzaron a gritar que me iban a dar una paliza en cuanto me encontraran». El hombre no bajó a la calle por temor a ser agredido, pero llamó a la policía en cuanto vio que le intentaban pinchar las ruedas del coche. «He tenido que pagar 60.000 pesetas por los desperfectos que me provocaron; me desincharon dos ruedas, me rayaron toda la carrocería y luego lo golpearon», añadió.

«Por lo que decían interpreté que Pilar me había vuelto a denunciar, pero no lo supe con certeza hasta el miércoles, cuando mis compañeros de trabajo leyeron Ultima Hora y me dijeron que salía su foto. Cuando lo ví me quedé asombrado y lo primero que hice fue poner una denuncia contra ella en el juzgado de instrucción número 7, por falso testimonio», relató el vecino de Son Gotleu. Pilar, con todo, presentaba lesiones y los médicos le colocaron un collarín, pero el hombre insiste en que todo es una invención: «No sería la primera vez que se autolesiona para llamar la atención, no se imagina de lo que es capaz de hacer. También ha ido a la televisión y está dispuesta a todo para hundirme la vida».

El ex esposo de Pilar Egea, que ha rehecho su vida desde que en 1996 se separó, declaró que a cada denuncia que ha interpuesto contra él «le he respondido con otra», por lo que entre los dos ex cónyuges suman unas 140 querellas. El hijo menor de Pilar y el trabajador está con la familia materna y el albañil asegura que «hace al menos dos años que no lo veo, a pesar de que están incumpliendo la sentencia del juez. Me preocupa mucho la educación que está recibiendo, porque no va al colegio y con sólo 11 años ya fuma como un carretero, según nos han dicho». El albañil, por último, confesó que está abrumado por las circunstancias y que sólo desea que su vida se normalice.