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El fiscal que pedía más de quince años de cárcel para el joven acusado de abusos sexuales y corrupción de menores en Sóller modificó ayer sus peticiones y solicitó una multa de 270.000 pesetas para Cristo B.J., ya que las supuestas agresiones sexuales se cometieron cuando él era menor de edad. Ayer, con la declaración de los peritos que examinaron a los menores denunciantes, quedó visto para sentencia el juicio que esta semana se ha celebrado en la sección segunda de la Audiencia. Según estos expertos, en las conversaciones mantenidas con los adolescentes no se apreciaron secuelas graves y sí, en cambio, constataron un desarrollo psicológico adecuado. Los peritos, además, rechazaron la posibilidad de que los menores estuvieran confabulados contra el procesado.

En sus conclusiones definitivas, el ministerio fiscal modificó sus peticiones iniciales y los quince años y nueve meses que se solicitaban para Cristo han pasado a convertirse en una multa de 1.000 pesetas diarias durante nueve meses. El motivo es que las dos agresiones sexuales que sufrió un niño se cometieron cuando el procesado era menor de edad. De esta forma, los cinco casos de corrupción de menores "ya que presuntamente Cristo visionaba películas pornográficas con niños" pasan a ser un caso de exhibicionismo.

Durante el juicio declaró el único acusado, que negó de forma categórica cualquier exceso sexual con los denunciantes y aseguró que todo se trataba de una venganza contra él. La ex novia de Cristo, que a su vez es la hermana del niño que sufrió los abusos, explicó que el menor sólo se quedó a dormir en una ocasión en la casa que ella y el acusado compartían en Sóller y que no advirtió nada extraño. Incluso dijo que se enteró de los presuntos abusos un año después. La madre del niño tampoco supo nada de lo ocurrido hasta un tiempo después.