Fueron necesarios los esfuerzos de los bomberos y de los efectivos del Ibanat para controlar el fuego. Foto: JAUME MAS.

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Lo que debía ser una 'quema controlada' para limpiar la montaña degeneró en un incendio de grandes dimensiones que afectó ayer a la finca de Oscols, en el Puig de Son Sanmartí de Alcúdia. Los bomberos tuvieron que intervenir por tierra y aire para controlar el fuego, que llegó a tener un frente de un kilómetro.

La quema se inició por la mañana y sobre las 11'00 horas la Guardia Civil recibió una llamada alertando de un incendio forestal en la zona. Los agentes pensaron que se trataba del fuego anunciado y no le dieron mayor importancia. Sin embargo, al poco tiempo otros comunicantes anunciaron que veían una gran columna de humo en un paraje de difícil acceso, por lo que se puso en marcha un dispositivo para comprobar la situación y una patrulla acudió al Puig de Son Sanmartí.

Cuando los funcionarios llegaron contactaron inmediatamente con la Comandancia de Palma y denunciaron que las llamas se habían descontrolado y que el incendio era de grandes dimensiones. Los parques de bomberos de Inca y Santa Margalida, dos brigadas del Ibanat (Instituto Balear de la Naturaleza), la Policía Local de Alcúdia y un helicóptero se desplazaron hasta el escenario del siniestro y comenzaron a combatir las llamas por aire y tierra. El viento que soplaba empeoró la situación y provocó que el fuego se propagara con celeridad, hasta devastar una superficie de unas ocho hectáreas de carrizo y monte bajo, principalmente.

A las dos de la tarde el incendio se dio por controlado, pero no fue hasta una hora después cuando los bomberos anunciaron que había quedado «prácticamente extinguido». El operativo que intervino en Alcúdia estuvo coordinado por el centro de emergencias del 112, que recibió numerosas llamadas de particulares explicando que veían una columna de humo desde distintos puntos de la localidad. Las fuentes consultadas explicaron que la buena coordinación y el contundente despliegue evitó que las llamas se descontrolaran todavía más y que se provocara una situación muy difícil. Es probable que los propietarios de la finca afectada, que pidieron la autorización para realizar la quema controlada, sean multados por imprudencia, aunque este extremo será confirmado por la conselleria.