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Ayer quedó visto para sentencia en la Audiencia de Palma el juicio contra Miguel P.J., el ex policía nacional que está acusado de violar a su hijastra, durante un viaje a la Península, cuando la menor contaba con sólo 15 años de edad. La fiscal Concepción Gómez imputó al acusado siete delitos de abuso sexual, por las siete noches que durmió con la menor, además de un delito de coacción. Frente a los seis años que solicitaba en un principio, la acusación pidió ayer una condena de 25 años de prisión.

Los hechos ocurrieron en el mes de julio de 1998. El ex agente, que fue suspendido por estos hechos, se marchó de viaje con su hijastra, aunque negó que ella le hubiera acompañado contra su voluntad. El acusado niega que hubiera mantenido relaciones sexuales con la menor, pero ella dice lo contrario. El psicólogo Javier Torres señaló ayer que no cree que la menor mintiera al contar estos hechos, porque no apreció ningún despecho hacia su padrastro. La menor denunció que desde pequeña sufrió abusos sexuales por parte de su padrastro. Sin embargo, fue en el viaje cuando por primera vez la penetró. Acompañó de viaje al acusado porque le amenazó con hacerle daño a su familia.