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El acusado, Miguel P.J., fue suspendido por estos hechos, si bien años antes fue juzgado y absuelto por tráfico de drogas. Su compañera sentimental, madre de la menor, le denunció por haberse fugado con su hija a Cartagena. Los hechos se remontan al mes de julio de 1998. El acusado explicó al tribunal que, aunque no era hija suya, él la había educado. Explicó que en esas fechas decidió abandonar el domicilio familiar y cambiar de casa. «La niña me dijo que quería irse conmigo porque no quería seguir con su madre».

El viaje se prolongó durante varios días, en los que compartieron habitación para dormir «aunque no mantuvimos relaciones sexuales porque estoy en contra de eso». El ex policía aclaró que no quería que su hijastra se quedara con él en Cartagena, sino que su intención era que viajara sola a Santander, para reunirse con sus abuelos. El acusado se confesó autor de unas cartas, enviadas a la menor, en las que le dice que está enamorada de ella. Sin embargo, aclaró que se trata del amor que «siente un padre hacia su hija».

La menor, por su parte, explicó el calvario que sufrió desde que era muy pequeña cuando «mi padrastro comenzó a someterme a tocamientos». La testigo señaló que por culpa del acusado «me mantenía muy distanciada con mi madre, porque se interfería entre ella y yo». La falta de confianza con su madre fue la causa por la que nunca le contó lo que estaba ocurriendo. «Muchas veces me planteé suicidarme, sufría un gran sentimiento de culpa y no tenía a nadie a quien contarle lo que me estaba pasando».

Sobre el viaje, la testigo explicó que accedió a acompañar al acusado «porque me dijo que si no lo hacía haría daño a mi madre y a mis hermanos». El viaje se prolongó durante varios días y visitaron varias ciudades. Fue en la travesía en barco cuando, según la menor, por primera vez mantuvieron relaciones sexuales. Tras la denuncia, la menor contó que el ex policía se dedicó a acosarla. «Acudía casi cada día a mi trabajo y una vez le dio varios golpes a un chico que me estaba acompañando». Por su parte, la madre de la menor reconoció que en una ocasión estuvo a punto de sorprender a su compañero abusando de su hija.