'El Jeromo' fue presentado ayer ante la autoridad judicial. Foto: J.F.M.

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Jerónimo P. M., conocido bajo el apodo de «El Jeromo», ingresó ayer tarde en prisión acusado de ser el presunto encubridor del doble asesinato de Son Banya. El detenido mantuvo ayer ante el juez que es inocente, aunque reconoció que estuvo en el lugar de los hechos, aunque como mero espectador y no como partícipe en el asesinato. El detenido prestó declaración 72 horas después de ser detenido por la policía, que hacía días que le buscaba. Se le localizó, completamente ebrio, el pasado lunes por los alrededores de la puerta de San Antonio.

El Grupo de Homicidios sospecha que Jerónimo Pozuelo estaba al corriente de que se iba a cometer este asesino y que no sólo estuvo en el lugar de los hechos como mero espectador, sino que también intervino. La policía no cree que el detenido fuera quien directamente asesinara a los dos asiático, pero si ayudó a los dos asesinos a trasladar los cuerpos hasta la caseta abandonada que hay frente al poblado de Son Banya, y después prendió fuego a los dos cadáveres.

Jerónimo P. prestó declaración, asistido por una abogada de oficio, ante la juez del juzgado de instrucción número 10 de Palma, que no es la misma que instruye el caso. El fiscal, en base a las pruebas que ha ido recogiendo la policía y que se explican en el informe, pidió a la juez que decretara el ingreso en prisión del detenido.

La juez aceptó la propuesta de la Fiscalía y decretó que el detenido ingresara en prisión. Al parecer, en la cárcel se tomarán unas medidas especiales de seguridad para que «el Jeromo» no pueda relacionarse con la pareja que fue detenida hace algunos días por encubrir el crimen, y con varios familiares suyos, que están en prisión, y que creen que la muerte del menor Angel Pozuelo, asesinado el pasado lunes, responde a una venganza por el crimen de Son Banya.

En los pasillos de el juzgado estuvieron presentes varios familiares de «El Jeromo», entre ellos dos hermanos suyos. Los dos hombres manifestaron a este periódico su opinión de que el detenido no intervino en el crimen. Estos familiares sostienen que Jerónimo «es un alcohólico, que ha tenido problemas con la policía, pero no creemos que sea capaz de verse implicado en un asesinato».