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Un capataz del polideportivo «Germans Escalas», de Son Gotleu ha sido despedido por realizarle una broma a una compañera. La 'broma' consistió en introducirle un laxante en la bebida que se estaba tomando. La medida fue tomada por el Institut Municipal de l'Esport, al considerar que el empleado había cometido una falta muy grave. El despido ha sido ratificado ahora por el Tribunal Superior de Justicia de Balears, que considera que el empleado no tiene derecho a percibir una indemnización.

Los hechos ocurrieron el 25 de noviembre de 1999 y la víctima fue una recepcionista del polideportivo. Esta empleada ya estaba prevenida de que se habían producido otros casos de adulteración de bebidas, en concreto en el depósito de agua que se utilizaba en el recinto. Por ello, la mujer decidió comprar una lata de una bebida en una máquina. La abrió y bebió parte de su contenido. Después la dejó sobre la mesa de la recepción. La mujer tuvo que ausentarse de su puesto de trabajo para comentar un tema con un compañero. En la recepción se quedó un socorrista. Sin embargo, la mujer observó desde las gradas que el capataz se apoyaba en el mostrador y hacía una maniobra extraña. Al poco tiempo regresó a su puesto de trabajo y observó cómo el capataz salía de la recepción.

La empleada consumió el resto del contenido de la lata y una hora después comenzó a sentirse indispuesta, con dolores abdominales y diarreas. La situación empeoró cuando, al acudir al cuarto de baño, descubrió que el rollo de papel higiénico había desaparecido, a pesar de que ese mismo día habían colocado uno. La mujer tuvo que acudir por la tarde al médico de urgencias. Se le realizó un estudio de un cultivo y se comprobó que no sufría ningún virus, y por tanto se descartó una infección. Después descubrió que en la bebida le habían colocado un laxante, lo que explica la reacción digestiva que sufrió.