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Un constructor palmesano de 34 años de edad, llamado Andrés G.S.J., ha sido detenido por el Cuerpo Nacional de Policía acusado de un delito contra los derechos de los trabajadores, ya que supuestamente estafó a un total de 45 inmigrantes ecuatorianos y colombianos. El empresario ha sido puesto a disposición judicial.

Un portavoz de la Jefatura de la calle Ruiz de Alda informó ayer que las investigaciones las efectuó la Brigada de Extranjería de la Policía Judicial, después de descubrir que numerosos extranjeros -todos sudamericanos- estaban siendo estafados a gran escala por un constructor. Según parece, Andrés G.S.J. es el titular de una empresa de construcción de Ciutat y hace dos meses ofertó 45 puestos de trabajo a ecuatorianos y colombianos que buscaban empleo como obreros.

El acusado se reunía individualmente con los interesados, siempre en bares, y les mostraba unos impresos oficiales en los que estampaba el sello de su empresa. Por aquel 'trámite' les cobraba entre 15.000 y 45.000 pesetas y luego les anunciaba que iba a presentar la solicitud en la Oficina de Extranjeros de la Delegación del Gobierno. De esta forma, los inmigrantes -que se encontraban en una precaria situación económica- pensaban que iban a obtener el permiso de trabajo y una vez regularizada su situación podrían conseguir el permiso de residencia.

En realidad, sin embargo, el constructor no se llegó a personar nunca en la Delegación del Gobierno para tramitar estas contrataciones y la empresa que dirige, según ha sabido la policía, apenas tiene actividad laboral y los contratos son muy esporádicos. Así las cosas, parece evidente que los 45 nuevos trabajadores eran una cifra demasiado elevada para una constructora de esas características.