TW
0

La juez María del Carmen González Miró, del Juzgado de lo Penal número 5 de Palma, ha dictado una de las sentencias más duras que se recuerdan contra un conductor sin carnet que, estando ebrio, atropelló a una mujer y le causó la muerte. El acusado, de 21 años de edad, llamado Pedro Miguel Rosselló Roca, deberá cumplir tres años de cárcel, según ha ordenado la juez, que también le priva del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores durante cinco años. La sentencia ha sido recurrida.

El accidente mortal se produjo en las calles de s'Arenal en la noche del día 25 de julio de 1999, cuando el joven contaba con sólo 19 años de edad. Pedro Miguel no tenía carnet de conducir y, aún así, esa noche cogió una motocicleta para ir a una discoteca, donde tomó alcohol. La sentencia explica que la moto no estaba en condiciones de utilizarse. Le faltaba el tapón de la gasolina, no tenía intermitentes ni retrovisor y, lo que es más grave, carecía de luces delanteras. Además, el acusado conducía sin estar en condiciones de hacerlo, puesto que la prueba de alcoholemia, realizada tres horas después el accidente, arrojó una tasa de 1'2 gramos de alcohol por litro de sangre.

Otra de las graves imprudencias que cometió esa noche el joven conductor fue circular en una calle en sentido prohibido. Se trataba de un tramo recto, sin apenas luz y, además, la motocicleta iba muy deprisa. Todas estas circunstancias motivaron que el acusado se llevara por delante a una mujer de 24 años de edad, que estaba cruzando la calle a punto de subirse a la acera. La víctima murió en el lugar del accidente.

No es habitual que los jueces condenen a penas que suponen el ingreso en prisión a conductores ebrios que han causado la muerte de alguna persona. Sin embargo, en este caso la juez considera en su sentencia que «frente a conducta tan temeraria, el resultado producido se nos antoja previsible. Conduciendo una moto en las condiciones en que lo hacía era de esperar que ocurriese alguna desgracia». Por las circunstancias de como se produjo este atropello mortal, la juez acepta la pena propuesta por el abogado Mateu Canyellas Crespí, como acusación particular.