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Los miles de grabados, litografías y serigrafías falsificadas habían sido vendidas por más de mil millones de pesetas. En la operación policial se ha detenido a siete personas, informó ayer la Jefatura Superior de Cataluña. Las investigaciones se iniciaron hace año y medio, cuando investigadores del Grupo de Robos y Patrimonio detectaron en el mercado un incremento de obra gráfica falsa de Joan Miró.

Las primeras indagaciones dirigieron las sospechas hacía una galería de arte de Barcelona regentada por J.S.C. y hacia otras dos personas. O.A.B., de 54 años, ha sido acusado de liderar el grupo, falsificar las firmas de los pintores y controlar la producción de obras falsas, en un taller que no ha sido localizado. El propietario de la galería, J.S.C., de 49 años, se dedicaba a la distribución de las obras y realizó varias ventas personalmente en Madrid, Murcia y Francia. Los canales de distribución también llegaban a Bilbao, Alemania, Países Escandinavos, Estados Unidos, Suiza, Japón e Italia, y los detenidos estaban estudiando la posibilidad de introducirse en el mercado ruso y países asiáticos.

La policía siguió durante varios meses los movimientos de estos tres detenidos y, además de comprobar que vendían obras falsas de varios autores, consiguieron identificar a otros cuatro miembros de la banda. En Cataluña, la semana pasada fueron registrados varios locales y almacenes y detenidas tres personas. En Madrid y Murcia se registraron varias galerías de arte y en Bilbao se detuvo a A.L.I., De 50 años, y propietario de una galería.

Según fuentes policiales, los perjudicados «se cuentan por centenares» y muchos de ellos «todavía no saben que tienen en su poder una obra falsificada». «Las copias son muy buenas» ha aclarado el jefe del grupo de Robos, que ha añadido que los propietarios de los primeras litografías de Miró falsas detectadas por la policía no se dieron cuenta de la falsificación hasta que pidieron el dictamen de los técnicos de la Fundación Miró.