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J.F.M./J.J. Laura, la novia del joven africano que murió el lunes tras recibir cinco puñaladas en el parque de Son Pizá, aseguró ayer en los juzgados de Palma que Gustavo G.L., el acusado, también la amenazó de muerte a ella.

La joven y una docena de amigos se presentaron por la mañana en las dependencias judiciales para conocer los detalles del caso y otros aspectos relacionados con la instrucción judicial. La presencia masiva de aquellos jóvenes provocó momentos de cierta tensión con los funcionarios del juzgado de guardia, que les advirtieron que no podían acceder todos de golpe al despacho judicial. El grupo tenía previsto acudir por la tarde al Instituto Anatómico Forense para ver el cadáver de Gary Leva, aunque los funcionarios les informaron que sólo podrían hacerlo tres de ellos.

Gustavo G.L. pasó ayer su primera noche en prisión, después de confesar el crimen. El joven, sin embargo, explicó que no tenía premeditado apuñalar al africano, sino que le hizo frente porque aquél le atacó con una barra de hierro. El acusado añadió que incluso sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le dejó conmocionado. Gustavo fue asistido en su declaración ante el juez por la letrada Dolores Puertas Pujol, pero ayer la abogada -pese a los reiterados intentos de este periódico- no quiso explicar más detalles de la comparecencia.