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El abogado que representa a la familia Córdoba ha presentado un recurso contra el auto del juez, en el que se decretaba el archivo provisional de la denuncia contra Juan Picornell, dueño de la empresa del «Café Cappuccino», al que acusan de un delito contra la libertad y seguridad de los trabajadores. En este recurso se afirma que el juez del Juzgado número 9 no ha sabido valorar las pruebas, ya que entiende el abogado que las condiciones que había en el sótano del local del Passeig Marítim ponían en peligro la seguridad de los empleados que allí trabajaban. El recurso del abogado Rogelio Vargas asegura también que la instalación eléctrica de este sótano era deficiente y, pese a no tener permiso, se habían colocado varias cámaras frigoríficas. El letrado insinúa incluso que el juez se ha podido ver influenciado por la presión del mundo empresarial de la hostelería para no continuar con el caso. El abogado representa a los padres del camarero muerto en la explosión.