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La Guardia Civil tiene previsto movilizar «medios especiales» para recuperar los fardos de hachís que los narcotraficantes interceptados en Cala Virgili arrojaron al mar.

Responsables de la 313 Comandancia explicaron ayer los pormenores de la operación, que sigue abierta, y que de momento se ha saldado con 625 kilos de hachís intervenidos y nueve personas detenidas. La zona en donde estaba previsto el desembarco es ya un 'clásico' en los anales del contrabando y los investigadores antidroga la someten, periódicamente, a una vigilancia preventiva. Se trata de tres calas -Cala Virgili, Cala Magraner y Cala Bota- que son de muy díficil acceso por tierra y que reúnen todas las condiciones para un desembarco de droga.

Así las cosas, en la medianoche del martes al miércoles una patrullera del Servicio Marítimo detectó a una milla de Cala Virgili, en aguas de Manacor, al yate «Piece of Cake», una embarcación de 24 metros de eslora y de bandera británica. Cuando los tripulantes advirtieron la presencia policial comenzaron a arrojar fardos por la borda, al tiempo que emprendían la huida. La persecución duró diez minutos y finalizó cuando el barco embarrancó en la cala y los sospechosos saltaron a la arena vestidos con trajes del mismo color, posiblemente de neopreno para ocultarse en la oscuridad y aguantar las bajas temperaturas.

En las rocas les esperaba un vehículo todo terreno, con el que se dieron a la fuga. Los acontecimientos, en las horas siguientes, se sucedieron y fueron detenidos uno a uno todos los implicados. En total, hasta ayer habían sido arrestados cuatro implicados, casi todos residentes en Francia.