La empresa funeraria recuperó el cuerpo del margen de la vía.

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Entre la mañana del sábado y la tarde del domingo han perdido la vida tres personas en las carreteras de Mallorca. El aciago fin de semana se cerró ayer con el fallecimiento de un joven de 25 años que perdió el control de su moto en un tramo curvo de Peguera, en el término de Calvià.

La víctima, que trabajaba en los astilleros de Palma, iba equipado con un traje de motorista y portaba el casco reglamentario. Sin embargo, parece ser que circulaba a gran velocidad y todas aquellas medidas de seguridad no le sirvieron de nada cuando se salió de una curva en la C-719, antes del puente de Peguera, y quedó tendido a más de cien metros de su moto Honda CBR de gran cilindrada, que se deslizó peligrosamente por la calzada hasta que se detuvo en el carril contrario.

Eran aproximadamente las cuatro de la tarde y el herido -cuya identidad no ha trascendido- fue atendido en primera instancia por los sanitarios de la Cruz Roja de Andratx y por la Policía Local de Calvià. El muchacho presentaba los brazos y las piernas fracturadas y había sufrido lesiones mortales de necesidad a la altura del cuello. Los equipos de emergencia sólo pudieron certificar el fallecimiento y el subsector de Tráfico de la Guardia Civil se hizo cargo de las diligencias para aclarar las circunstancias del siniestro. La víctima parece ser que circulaba con un grupo de amigos motoristas y perdió el control en un tramo curvo especialmente peligroso, en donde se han registrado multitud de accidentes.

El sábado una joven belga murió a causa de las lesiones que sufrió al estrellarse la madrugada antes en Llucmajor, tras huir en un control de la Benemérita. Ese mismo día un ciclista fue atropellado mortalmente en s'Aranjassa. El conductor dio positivo en el control de alcoholemia y ayer prestó declaración en el juzgado de guardia.