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Ayer quedó visto para sentencia el juicio contra el empresario argentino Ricardo B.B., acusado de provocar un incendio en su vivienda de lujo del Passeig Marítim de Palma para engañar a la empresa aseguradora.

Tanto la fiscal María Moretó como los cinco abogados que representan la acusación particular mantuvieron su propuesta de reclamar una condena de 15 años de prisión para el acusado, puesto que entienden que el incendio puso en peligro la seguridad de los otros vecinos del edificio.

En la sesión de ayer declararon varios de estos vecinos, que vieron como sus viviendas también sufrieron daños como consecuencia del incendio intencionado que se produjo el día 2 de noviembre de 1996 en este edificio del Passeig Marítim. El caso más grave fue el del propietario del piso inferior al incendiado, cuya vivienda también sufrió graves daños. Este hombre, de avanzada edad, tuvo que vivir durante un año en otra vivienda mientras se reparaba la suya. La aseguradora le pagó los gastos, salvo algo más de dos millones de pesetas que tuvo que abonar por los daños.

El inspector de la Policía Científica que realizó la investigación explicó que el incendio se inició en cinco focos distintos, localizados en el comedor, en dos habitaciones, en el despacho y en la cocina. En las habitaciones el fuego se provocó dentro de los armarios empotrados. El técnico afirmó que se utilizó una sustancia acelerante de la combustión, puesto que fue muy extraño que el fuego se extendiera con tanta rapidez. Sin embargo, esta sustancia no se localizó.

La Fiscalía mantiene que Ricardo B.B. tenía problemas económicos y planeó quemar su vivienda para obtener una indemnización de la compañía de seguros. El acusado había asegurado el contenido del piso en 25 millones de pesetas. La fiscal recordó que al acusado ya le habían embargado el piso y que días antes de provocarse el incendio tuvo la idea de detallar las piezas de valor que guardaba en su casa, para después reclamarlas al seguro.