Los cuatro detenidos acudieron ayer al juez. Foto: J.F.M.

TW
0

La juez del juzgado de instrucción número 4 de Palma, Piedad Marín, retomó ayer la investigación para esclarecer la muerte del empresario Pedro Estarellas. Ayer pasaron por el juzgado las cuatro personas que han sido detenidas en relación a este crimen, que se cometió el pasado mes de octubre en una vivienda de la calle Ruiz de Alda.

Los cuatro detenidos, José María C., su esposa Belén, Sebastián B. y Pedro P. conocieron que serían juzgados por un jurado popular. El fiscal José Zaforteza les anunció, a falta de una mayor investigación, que imputará a los detenidos un delito de robo con homicidio. A Sebastián y José María se les considera autores, y a los otros dos cómplices. En cambio, el abogado Gabriel Garcías, que representa a la familia del fallecido, imputa robo y asesinato, lo que conlleva penas mucho más duras. La calificación jurídica de los hechos dependerá, en gran medida, de las pruebas que se practiquen.

Pese a que en un principio estaba previsto que se realizara un careo entre Sebastián y José María, esta prueba no se realizó porque uno de ellos se negó a prestar declaración. José María, que está defendido por el abogado Eduardo Valdivia, es el único que hasta el momento ha reconocido que estuvo esa noche en el domicilio del empresario (se encontró una huella suya en el piso), si bien él no lo mató, sino que fue Sebastián, que después de darle muerte le llamó para que subiera a la vivienda. El detenido se acogió a su derecho a no declarar de nuevo.