Las llamaradas eran visibles desde muchos metros de distancia. Foto: A. SEPÚLVEDA.

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Un espectacular incendio en un contenedor de 12 metros que contenía balas de paja de grandes dimensiones y que estaba ubicado en el muelle de Palma, junto a unos surtidores de gasolina, provocó ayer tarde la alarma y movilizó a numerosos bomberos, policías, guardias civiles y Autoridad Portuaria.

El fuego se declaró sobre las cinco de la tarde en la explanada de Iscomar, presumiblemente a consecuencia de una chispa procedente de alguna máquina que trabajaba por las inmediaciones. Los estibadores y el personal que se hallaba en esos momentos en el puerto dieron aviso de inmediato al Cos de Bombers, que envió una unidad y comprobó la gravedad del siniestro. Los refuerzos llegaron poco después y en total unos quince bomberos arrojaron agua ininterrumpidamente sobre las cuatro enormes balas de paja que ardían de forma aparatosa, entre grandes llamaradas y una columna de humo visible desde muchos metros.

Una máquina, paralelamente, se dedicó a deshacer las balas para que las mangueras pudieran actuar con mayor efectividad. El problema radicaba en que se trataba de grandes piezas, y el fuego se acumulaba en el interior, donde el agua llegaba sin apenas intensidad. A pocos metros del escenario del incendio existe un surtidor de gasolina, lo que disparó aún más la alarma. La temida deflagración, por fortuna, no se produjo, y casi tres horas después el siniestro quedó sofocado. La carga del contenedor debía salir en barco mañana domingo hacia Menorca y los daños económicos han sido elevados.