En el «Ciudad de Valencia» viajaba la menor de 15 años que está al borde de la muerte.

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Dos jóvenes de 15 y 19 años de edad dieron a luz en la madrugada de ayer en sendos barcos de la compañía Trasmediterránea que habían salido del puerto de Palma y que se dirigían a Valencia y Barcelona.

A las doce y media de la medianoche zarpó el buque «Ciudad de Sevilla» hacia la Ciudad Condal y casi una hora después lo hizo el ferry «Ciudad de Valencia». Las embarcaciones transportaban a dos parturientas: una de 19 años y otra de 15, llamada María Dolores. Durante el trayecto las dos jóvenes rompieron aguas y saltó la alarma; se encontraban en alta mar y la previsión para llegar a tierra firme, en la Península, era de varias horas. Salvamento Marítimo, tras conocer la situación, puso en marcha un dispositivo de emergencia y trasladó en helicópteros hasta los barcos a sendos médicos.

La operación, debido a la falta de luz solar y a las condiciones adversas de la mar, fueron complicadas y los facultativos fueron desembarcados desde el aire sujetos con arneses y con cierto riesgo para su integridad. La joven del «Ciudad de Sevilla» dio a luz un niño y la nave quedó atracada en el puerto de Barcelona a las 11'30. A continuación madre e hijo fueron evacuados a un centro médico, donde se comprobó que estaban en perfecto estado. En el caso de María Dolores, la parturienta del «Ciudad de Valencia», las cosas se complicaron y el parto duró más de cuatro horas.

Una parte de la placenta le quedó enganchada y la menor de etnia gitana, que viajaba con su abuela paterna, comenzó a perder mucha sangre y entró en estado crítico. Su hija, finalmente, nació con un aspecto saludable y pesó tres kilos. María Dolores, en cambio, iba empeorando y el helicóptero que horas antes había dejado al médico sobre la cubierta del barco regresó al «Ciudad de Valencia» y la evacuó. Fuentes policiales indicaron que la menor finalmente había fallecido, pero esta información fue desmentida desde el hospital. Un portavoz reconoció que su estado era crítico, pero negó que se hubiera producido el fatal desenlace.