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JAVIER JIMÉNEZ-J.F.MESTRE El capitán del «Milenium», Manuel Roca, declaró a poco después del siniestro, a su llegada al puerto de Palma, que había intentado advertir por todos los medios al «Auriga» de la inminencia de la colisión, pero que los reiterados avisos fueron inútiles.

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El marino, todavía desconcertado por la accidentada travesía, explicó que llevaban entre 40 y 45 minutos de trayecto y cuando la nave se encontraba a una milla náutica de la Mola, en Andratx, los radares detectaron al yate de lujo y saltó la alarma.

«Le dimos todo tipo de señales para que variara el rumbo, pero iba muy rápido y no pudo cambiar la trayectoria a tiempo», indicó Roca, que añadió que había realizado una «maniobra evasiva» urgente para que el impacto no alcanzara de lleno al «Milenium». El profesional, que manifestó que era la primera vez que se veía implicado en un siniestro de estas dimensiones, declaró que en todo momento se mantuvo informado al pasaje y que no cundió el pánico a bordo.

«Lo primero que hicimos fue regresar al lugar del choque para prestar auxilio a los pasajeros del yate. Yo luego hablé con el otro capitán en inglés, pero no me pudo explicar con demasiado detalle qué había pasado», agregó Roca. El capitán del buque de Trasmediterránea, por último, señaló que el «Milenium» pasará «algún tiempo» en el dique seco, mientras los técnicos evalúan los desperfectos y se inicia la reparación del casco de estribor, seriamente dañado.