De las nueve personas que sufrieron lesiones tras la colisión entre
el barco «Milenium» y el yate «Auriga», cuatro de ellas fueron
ingresadas en Son Dureta (los más graves) y cinco en la Clínica
Juaneda. Uno de los primeros fue dado de alta.
El herido más grave es el cocinero del yate, Fabricio V.,
italiano de 28 años, que presenta una fractura de cráneo y un
hematoma epidural. Está ingresado en la UCI. La alemana de 36 años,
Jaquelin H., presenta un aplastamiento de una vértebra lumbar, y
está pendiente de ser operada. Otro italiano de la tripulación
también será operado de una fractura de tibia.
En la clínica Juaneda ingresaron tres alemanes, un italiano y un
sueco. Uno de ellos sufre quemaduras en el 30 por ciento de su
cuerpo. Los otros cuatro heridos padecen, dos de ellos,
traumatismos craneales, y el resto, lesiones cervicales. Se confía
en que estos cuatro salgan pronto del hospital.
Varios tripulantes del barco de recreo se acercaron ayer por la
mañana al lugar donde había amarrado la embarcación, para seguir de
cerca la maniobra para levantarlo y trasladarlo al dique seco. El
capitán también estuvo por la mañana, acompañando a la Guardia
Civil. Ninguno de los tripulantes quiso hacer declaraciones sobre
lo ocurrido en aguas de Andratx. Los expertos coincidieron al
señalar el alto coste que supondrá reparar la embarcación, valorada
en unos dos mil millones de pesetas.
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