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La Policía Judicial de la Guardia Civil ha desmantelado una banda de magrebíes que se dedicaba a robar coches en pueblos de Mallorca para luego realizar carreras ilegales. Al menos doce de estos turismos fueron recuperados con graves desperfectos y la Benemérita también imputa a los acusados un total de 16 robos en locales, estancos y bares.

La organización de marroquíes se afincó en la Isla el pasado mes de julio y desde entonces llevaron a cabo una intensa actividad delictiva. Alquilaron dos pisos en Inca y Lloseta y simulaban ser inmigrantes que se dedicaban al ramo de la construcción para pasar desapercibidos. Los robos los cometieron en Montuïri, Porreres, Lloseta, Alaró e Inca, entre otras localidades, y casi todos ellos eran cocainómanos, por lo que necesitaban grandes cantidades de dinero para costear sus vicios.

Los cinco miembros de la banda actuaban por separado, para que fuera más difícil su localización, y una de sus debilidades era sustraer coches, de todas las marcas y modelos, y realizar carreras ilegales entre ellos. Casi todos los automóviles acababan estrellados y algunos quedaron en estado de siniestro total. Su otra gran 'afición' eran los robos en comercios. No se trata de profesionales y accedían a los negocios forzando puertas o ventanas. Del interior se interesaban, casi exclusivamente, por buscar dinero en metálico o tabaco.

El pasado día 28 la Policía Local de Lloseta sorprendió a dos de estos delincuentes robando un coche en la localidad y uno de los agentes se vio obligado a disparar al aire varias veces para impedir que huyeran. Al final lograron escapar, pero la Guardia Civil fue estrechando el círculo hasta que el pasado miércoles sorprendió a los cinco integrantes de la red, que no tuvieron posibilidad de reaccionar.